Este pasado 9 de mayo, y luego 3 años de sufrimiento, el Gobierno de la República anunció para México el fin de la emergencia sanitaria a causa de la pandemia de Covid-19; luego de que, cuatro días antes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hiciera lo propio y colocará a la enfermedad respiratoria en el estatus de endémica.
El fin de la pandemia deja para México pésimos resultados por el inadecuado manejo institucional para enfrentarla. Los daños en términos sociales, económicos y jurídicos son desastrosos. Se traducen en más de 7 millones de personas contagiadas y casi 334 mil defunciones.
A nivel mundial la nación ocupó el primer lugar en decesos de trabajadores sanitarios y el quinto, por muerte de habitantes. El Coronavirus se colocó en la segunda causa de fallecimientos de mexicanos.
El primer caso en el país se registró el 27 de febrero del 2020. Fueron más de 1 mil 100 días de pandemia y 6 olas de Covid-19. En ese lapso la sociedad fue testigo del errático actuar del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud Federal, Hugo López-Gatell Ramírez.
Ejemplos sobran. Al principio no fueron cerradas las fronteras internacionales ni se declaró obligatorio el uso del cubrebocas. No se garantizó la atención médica ni medicamentos en instituciones públicas. Los enfermos morían fuera de los hospitales. No hubo atención para los sectores vulnerables. La niñez fue lastimada, pues miles quedaron en la orfandad y por mucho tiempo se le negó la vacunación, en violación de su derecho humano a la salud.
Es decir, el Presidente impuso como política pública de atención a la pandemia sus criterios personales y su estrategia fue de índole político, en lugar de seguir las recomendaciones médico-científicas de reconocidas instituciones.
Por ese error, hoy las cifras oficiales reconocen más de 330 mil muertes. Dato que tampoco coincide con las estadísticas del INEGI, que establece cerca de 425 mil decesos. Ambas cantidades están lejos de las proyecciones iniciales de unas 100 mil defunciones.
En Zacatecas los resultados también son desalentadores. Al 15 de mayo, la Secretaría de Salud local informó un acumulado de casi 82 mil casos positivos; 77 mil 853 recuperados y ¡4 mil 072 fallecidos!
El fin de la pandemia no significa que el virus se esfumó; sino que terminó el estado de emergencia de salud pública de interés internacional y nacional, puesto que 9 de cada 10 personas están inmunizadas.
Llamo a la población a no bajar la guardia y seguir con medidas básicas de prevención y cuidado, porque nuestra salud es lo más valioso.
Noemí Luna
Diputada Federal